Lo ideal sería hacer HO todo 2020; pero la urgencia por regresar a las oficinas y recuperar el ritmo pre pandemia es consecuencia de dos factores:
- Una necesidad por aparentar que nada cambió en el mundo, y que por lo tanto la empresa continuará sin contratiempos.
- La falta de infraestructura y de dinámicas emocionales de la empresa para operar al 100% en Home Office.
Responsabilidades de CEOs en 2020
Mucho se habló sobre Jack Dorsey, CEO de Twitter, cuando anunció que sus empleados pueden hacer Home Office de forma permanente si lo desean. De entre las conversaciones que escuché, me incomodó la postura de que Dorsey pudo tomar esa decisión porque su empresa es primermundista. Me pregunté qué tenía que ver ese factor particularmente en este caso.
Las agencias de MKT y publicidad digital son el tipo de negocio que pueden prestarse a una modalidad de trabajo a distancia, ¿por qué entonces siguen aferradas a sus instalaciones? Quizá creen que un edificio es prueba suficiente de su autoridad y éxito como agencia. Pero estamos en 2020, lo que implica que esta idea puede ir en sentido opuesto a la nueva normalidad.
Seguro se tratan de compañías “clásicas”: con entradas y salidas monitoreadas, cubículos apretujados en filas eternas, cámaras cuyos foquitos rojos siempre siguen a los empleados. ¿Cómo les ha ido en la modalidad de Home Office?
Pésimo. Porque no estaban preparadas para adaptarse a un mundo más eficiente, globalizado y digital. Esto no es un asunto de primer o tercer mundo. Se trata de ser más humanos y responsables. Aunque, por supuesto, implica un desafío.
Retos para una sana distancia laboral
No todos estaban preparados, es un hecho. Viral Amplifier llevaba años fortaleciendo a un equipo de profesionales que mantenía ciertas dinámicas de comunicación, además de tener un día fijo a la semana para Home Office. La transición a la nueva normalidad fue natural.
Una de mis mejores amigas, directora de una de las maquilas más grandes de Puebla, me dijo que su prioridad es tener empleados sanos, así que ajustó sus instalaciones para que cuenten con todas las normatividades para disminuir el contagio. La sonrisa se le cayó cuando le pregunté qué iba a hacer con la salud emocional de sus empleados. Le tuve que recordar que esto ahora es igual o más importante que antes.
Las compañías que no se interesaron por generar dinámicas emocionales que impulsen el profesionalismo de sus equipos de trabajo, ni estaban al tanto de si contaban con las herramientas para continuar laborando desde casa, fueron las más afectadas.
Le pregunté a mi amiga si estaba preparada para otra pandemia en 2021. Me dijo que no. Comprendí que ella quería seguir creyendo que nada iba a volver a cambiar en el mundo. Fue extraño ver tan de cerca esa resistencia a la realidad en alguien tan exitoso.
Considerando que una maquila no puede hacer HO todo 2020, trazamos una pequeña estrategia con sus empleados. Tras pensarlo un poco, se me ocurrió que los pilares de esa estrategia aplicaban para las agencias de publicidad también:
- Tener distintos canales de comunicación interna para que se generen relaciones de confianza.
- Procurar conocer sobre la estabilidad física y emocional que viven en casa los integrantes del equipo.
- Ofrecer un protocolo sencillo de aviso en caso de ausencia, enfermedad o permisos especiales.
- Detectar los puestos que pueden funcionar desde casa y comenzar a realizar pruebas con ellos a distancia, para crear el hábito de Home Office.
- Aceptar que si existen puestos de trabajo no operativos a distancia, se deben dar días al mes para realizar actividades personales fuera del espacio de trabajo; por ejemplo, ir al banco o asistir al colegio de los hijos.
Al final, esto es lo que necesitamos los trabajadores: tener la seguridad de que nuestros jefes sí están conscientes de lo que ocurre en el mundo, y que actúan acorde a ello. En Viral Amplifier se decidió mantener el HO todo 2020. El reto resultó una motivación más para hacer publicidad y MKT vigentes, prácticos y humanos.
Cuéntanos qué retos y responsabilidades crees que son los más imperantes en la nueva normalidad.